La Guerra entre los Primeros Hombres y los Hijos del Bosque sucedió durante la Era del Amanecer.
Antecedentes[]
Anterior a la llegada de los Primeros Hombres al continente de Poniente, los Hijos del Bosque eran la única población de Poniente. Los Primeros Hombres llegaron desde el este pasando por el Brazo de Dorne, dispersándose por la tierra y construyendo sus fortalezas y ciudades, talando los arcianos y quemándolos. Esto enfureció a los Hijos del Bosque, quienes adoraban a los árboles corazón como sus Antiguos Dioses. Por ello, le declararon la guerra a los Primeros Hombres.[1]
Desarrollo[]
Los dos pueblos pelearon desesperadamente por dominar la tierra, lo que resultó en la destrucción del Brazo de Dorne y la inundación del Cuello gracias a la magia de los verdevidentes de los Hijos del Bosque. A pesar de la ventaja de la magia, los Hijos estaban perdiendo. Los Primeros Hombres estaban equipados con armaduras y armas de bronce, una tecnología de guerra superior a la de los Hijos. Eran, además, más grandes y fuertes; aun así, la guerra continuó.
Tras años de batallas y encuentros bélicos, ambas partes acordaron un cese a las hostilidades, firmando el Pacto en la Isla de los Rostros, acordando una coexistencia pacífica y garantizando las tierras llanas a los Primeros Hombres y los bosques a los Hijos . Con el tiempo, los Primeros Hombres llegaron incluso a adoptar los dioses de los Hijos del Bosque. Con la firma del Pacto, la Era del Amanecer llegó a su término. El Pacto duró por cuatro mil años antes de que los Otros invadieran el continente desde las Tierras del Eterno Invierno, llevando muerte y destrucción a ambos pueblos.[2]
Referencias[]
- ↑ Juego de Tronos, Capítulo 66, Bran.
- ↑ Juego de Tronos, Capítulo 66, Bran.
