Hielo y Fuego Wiki
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Sinopsis

Para encontrar el cadáver del cual proviene la mano que Fantasma había traído, el Lord Comandante de la Guardia de la Noche Jeor Mormont lleva una partida de exploradores más allá del Muro. Fantasma guía la partida hasta los cadáveres; ya que los sabuesos habían resultado inútiles. Cuando intentaron que siguieran el rastro de la mano cortada, se pusieron como locos, aullaron, ladraron, trataron de escapar, y cuando los encontraron gruñían a ratos, gimoteaban y tiraban de las correas, incluso los caballos estaban nerviosos e intentaban alejarse de los muertos. Eran los cuerpos de Othor y Jafer Flores, hombres de Benjen Stark el cual se encuentra desaparecido. La noche anterior Jon Nieve había vuelto a tener el sueño sobre Invernalia. En él, recorría el castillo desierto en busca de su padre y bajaba a las criptas, sólo que había llegado más lejos que nunca. En la oscuridad, oyó el susurro de la piedra al rozar contra la piedra, se da la vuelta y ve que los sepulcros se abren, uno tras otro. Los reyes muertos empezaron a salir de las tumbas frías y negras, y Jon se despertó en medio de la oscuridad, con el corazón acelerado sin atreverse a dormir de nuevo.

Ser Jaremy Rykker es interpelado por el Lord Comandante, el cual le dice que Benjen Stark iba con seis hombres cuando partió del Muro y dónde están los demás. Dos hermanos fueron asesinados delante del Muro y sus exploradores no han visto ni oído nada. Othor lleva un cuerno de caza, por lo cual debe suponer que murió sin hacerlo sonar, o es que todos sus exploradores se han vuelto sordos, además de ciegos. Luego le pregunta a que se ha reducido la Guardia de la Nochey si siguen explorando esos bosques. Ser Jaremy tenso de rabia responde que Othor no sonó ningún cuerno, de lo contrario sus exploradores lo habrían oído Tampoco tiene bastantes hombres como para realizar todas las patrullas necesarias y desde la desaparición de Benjen, han permanecido más cerca del Muro que antes, cumpliendo las propias órdenes de Mormont. Este reconoce la orden dada y le dice que siga así, luego pregunta como han muerto.

Jaffer tenía un tajo enorme en el cuello, y la cabeza permanecía unida al cuello por apenas unos cuantos tendones. Jaremy dice que fue con un hacha, y Dywen agrega como el hacha que llevaba Othor. Inspeccionan el segundo cadáver y no encuentran su hacha. Ven que toda la carne de Othor tiene un color blanquecino como la leche, excepto las manos, que estan tan negras como las de Jafer. La sangre seca y agrietada lo cubría en el pecho, en las ingles y en la garganta, pero tenía los ojos abiertos, clavados en el cielo, muy azules. Jon piensa que los Otros no son más que una leyenda, un cuento para asustar a los niños, que desaparecieron hace ocho mil años, y eso si alguna vez existieron. Mormont dice que si a Benjen Stark lo hubieran atacado los salvajes a medio día a caballo del Castillo Negro, habría regresado por más hombres, y habría dado caza a los asesinos. A menos que él también estuviera muerto, agrega Ser Jaremy. Continua diciendo que ya ha pasado casi medio año desde la partida de Benjen, el bosque es muy grande y los salvajes pueden haberlo atacado en cualquier lugar, probablemente esos dos fueron los últimos supervivientes de su grupo, que intentaban volver con ellos, pero el enemigo los alcanzó antes de que llegaran a la seguridad del Muro. Los cadáveres son recientes, esos hombres no llevan más de un día muertos.

Samwell Tarly que fue enviado por el maestre Aemon para que fuera sus ojos, rebate a Jaremy diciendo que no son de un día, y señalando muchas anomalias. Dónde el lobo huargo le arrancó la mano al explorador, el muñón no ha sangrado, y la sangre debería manar como coagulada, gelatina espesa, y en este caso es una costra seca, en la muñeca del hombre muerto se ven las venas, son como gusanos de hierro en la carne blanca y la sangre es un polvillo. Jaremy insiste que si llevaran muertos mucho más de un día estarían podridos y ni siquiera huelen, a lo que Dywen los olfatea y dice que no tienen el hedor de los cadáveres. Sam observa que no se están pudriendo, no hay gusanos, ni nada, han estado tirados en el bosque, y los animales no los han devorado, ni los han tocado, sólo Fantasma, por lo demás están Intactos. Mormont le pide a Chett que acerque los perros, pero estos se resisten e incluso una de las perras arremete contra él y luego desaparece corriendo entre los arboles. Sam observa que tienen manchas de sangre en las ropas, y en la carne, seca y dura, pero no hay sangre en el suelo, ni en ninguna parte, con esas heridas tan espantosas debería haber sangre por todos lados. Dywen agrega que tal vez alguien los trajo y los dejó allí para que los encontrasen, como una especie de advertencia y agrega que no recuerda que tuvieran los ojos azules. Los exploradores plantean quemarlos, pero Mormont dice que todavía no, quiere que el maestre Aemon los examine y ordena llevarlos al Muro. Resulta imposible atar los cuerpos a los caballos, que enloquecen cando intentan ponerlos encima, por lo que los cadáveres son arrastrados a pie en unas rudimentarias parihuelas.

Cuando llegan al Castillo Negro le informan a Mormont que llego un cuervo y este ordena que ponga los cadáveres en un almacén hasta que el maestre pueda examinarlos. Jon nota que todos lo miran al pasar y sabe que algo está muy mal, busca a sus amigos y Pypar le dice que el amigo de su padre el rey Robert Baratheon ha muerto. Jon piensa que eso puede significar que Eddard Stark y sus hermanas volverán a Invernalia, tal vez pueda visitarlos con el permiso de Mormont y esta vez le preguntara acerca de su madre. Piensa que ya es un hombre, y es hora de que le lo cuente todo, aunque fuera una prostituta no le importa, quiere saberlo. Mormont envía a llamarlo y cuando entra en su cuarto, lo sorprende con una oferta de vino y pide que se siente para darle la noticia. Le informa que su padre ha sido encarcelado como un traidor; y se dice que conspiró con los hermanos del Rey Robert para arrebatarle el trono al príncipe Joffrey Baratheon. Le promete enviar una carta al consejero del rey, maestre Pycelle, para que le permitan vestir el negro. Luego le informa que su madre Catelyn Tully tomo prisionero a Tyrion Lannister y Jon le recuerda bruscamente que Lady Stark no es su madre y le pregunta por sus hermanas. Mormont no lo sabe pero preguntara por ellas en la carta que escribirá mañana, con su ayuda y antes de partir le advierte que no haga ninguna tontería, su antigua vida terminó el día en que vistio el negro y lo que suceda en Desembarco del Rey ya no es asunto de ellos.

En la cena Jon se da cuenta de que todo el mundo lo sabe, sus amigos intentan consolarlo y Fantasma lo acompaña en todo momento. Piensa en sus hermanas y como se sentirán, sus lobas las habrían protegido, pero Dama está muerta, y Nymeria desapareció; están solas. Luego Jon oye a Ser Alliser Thorne burlarse de él y su padre, diciéndole que es el bastardo de un traidor. En un abrir y cerrar de ojos, Jon salta sobre la mesa empuñando la daga, pero sus amigos logran dominarlo. Le quitaron el cuchillo y la espada, y no puede salir de su celda hasta que los oficiales superiores decidan qué van a hacer con él. Luego pusieron un guardia en la puerta para estar seguros de que obedecía. Sus amigos no pueden visitarlo, pero Mormont permite que se quede con Fantasma.

Jon se va a dormir y la habitación parece cada vez más oscura y frías. Se despierta cuando oye a Fantasma rascando la puerta, el lobo huargo volvió la cabeza y lo miró desde arriba, desnudando los colmillos en un gruñido silencioso. Por un instante Jon temió que se hubiera vuelto rabioso, se da cuenta que tiembla violentamente y hace mucho frío. El lobo se agazapó y se arrastró hacia adelante, con el pelaje del cuello erizado y Jon se da cuenta que hay alguien fuera. Cuando abre la puerta, se encuentra su guardia asesinado. El lobo empezó a subir por las escaleras y Jon escucha ruidos en el piso de arriba del Lord Comandante. Toma la espada del guardia, que seguía en su vaina y sube las escaleras seguido de Fantasma, cuando siente que el Cuervo de Mormont grazna. La puerta de la cámara del Lord Comandante esta abierta de par en par y las pesadas cortinas estaban corridas, pero ve una sombra que se desliza hacia la puerta interior que llevaba al dormitorio de Mormont. Una forma humana, toda de negro, con capa y capucha, pero bajo la capucha los ojos brillaban con un fulgor azul. Fantasma saltó sobre él y hombre y lobo cayeron a la vez, sin un grito ni un gruñido, rodando. Jon arrancó las cortinas para poder ver, entrando la luz en la habitación. El espectro tenía las manos negras enterradas en el pelaje blanco del lobo, y sus dedos oscuros y tumefactos en torno a la garganta. Fantasma se retuerce y lanza dentelladas, patea al aire, pero no consigue liberarse. Jon se lanzó con un grito, y asestó un golpe con todas sus fuerzas con la espada, cortando manga, piel y hueso, pero el sonido al hacerlo fue extraño, igual que el olor que lo envolvió, tan repugnante y gélido que estuvo a punto de vomitar. Vio un brazo y una mano en el suelo cuyos dedos negros se retuercen a la luz de la luna. Fantasma consigue liberarse de la otra mano, y se aleja con la lengua colgando.

El hombre alzó el rostro y el siguiente golpe le corta el hueso, se lleva la mitad de la nariz y abre un tajo enorme bajo aquellos ojos azules. Jon reconoce a Othor. Unos dedos negros se cerraron en torno a su pantorrilla y el brazo cortado le subía por la pierna, desgarrando la lana y la carne. Desprende los dedos de la pierna con la punta de la espada, y los lanza volando por los aires, cayendo al suelo abriendo y cerrando los dedos. Fantasma saltó y la agarró entre los dientes y los huesos de los dedos crujieron. El cadáver avanza sin sangre, sin un brazo, con el rostro casi cortado por la mitad, sin sentir nada. Jon golpea al espectro en el cuello, sintiendo que el acero penetraba en el hueso, pero Othor se abalanza sobre él derribándolo y haciéndole perder su espada. Abre la boca para gritar, pero el ser le metió los dedos negros en la boca, intenta escupirlos entre arcadas, pero el hombre muerto pesa demasiado. Fantasma se abalanza sobre el espectro y se lo quita de encima, enterrándole los dientes en las entrañas, arrancando y desgarrando. Jon puede rodar sobre sí mismo, queda tembloroso, entre arcadas y ve a Lord Mormont, desnudo y somnoliento, de pie en el umbral, con una lámpara de aceite en la mano. El brazo del ser, retorcido y con los dedos rotos, se arrastraba hacia él. Jon trata de gritar, pero no tiene voz. Se puso en pie como pudo, dio una patada al brazo y arrancó la lámpara de la mano de Mormont, mientras el cuervo grita ¡Arde!. Lanzó la lámpara contra las telas en el piso, el cristal se hizo añicos, el aceite se derramó y los cortinajes empezaron a arder. Jon llama a Fantasma, mete una mano entre las llamas, agarra un puñado de tela ardiendo, y la lanza contra el hombre muerto.

Personajes

Aparecen


Mencionados

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