Sinopsis[]
Varamyr Seispieles yace herido solo en una cabaña. El cambiapieles siente como sus tres lobos cazan humanos, liderados por el más viejo, Un Ojo. Recuerda como tras la batalla en el Muro, miles huyeron hacia el norte, sin jefes, hambrientos, helados y asustados; él mismo fue herido por un niño al intentar robar la capa de su madre muerta. Una mujer del acero, Abrojo, le cosió la herida y se ocupó de él, aunque ahora le ha dejado solo para ir a buscar comida. Varamyr, enfebrecido, va mezclando recuerdos de toda su vida, incluyendo sus nueve muertes, sobre todo la que sintió cuando el águila estalló en llamas en la batalla, perdiendo además el control de su gatosombra y de su osa. Recuerda también su infancia, cuando su padre lo entregó a Haggon, un cambiapieles que le enseñó los secretos de los suyos, incluyendo las abominaciones que no deben llevarse a cabo, como entrar en otro humano. Pero él siente que se muere y considera la posibilidad de entrar en Abrojo si ésta vuelve.
El fuego se apaga y Varamyr sale de la cabaña, pero, muy debilitado, cae en la nieve. De repente, Abrojo está ahí, despertándolo y gritando que vienen miles. Varamyr entra en ella para escapar de su muerte. Pero Abrojo se revuelve y los dos luchan por tomar el control del cuerpo de la mujer, ella se saca los ojos y se corta la lengua, y Varamyr siente que su espíritu está en el aire; su último pensamiento como hombre es que debe buscar a sus lobos. Muere y está dentro de Un Ojo, con sus dos compañeros, mirando las cabañas desde lo alto de una colina. El pueblo está lleno de seres de ojos azules, en movimiento pero muertos. Y uno de ellos es Abrojo, con una luz azul en las cuencas donde estuvieron sus ojos. Abrojo lo mira.
Personajes[]
Aparecen[]
